martes, 23 de noviembre de 2010

Llega ayuda a Hampaturi pero las esperanzas disminuyen

“Tenemos aún esperanzas de verlo vivo (') todo lo dejamos a Dios”, afirmó ayer Jacinto Valencia, suegro de Saur Mamani, el minero que quedó atrapado la noche del viernes tras el deslizamiento de lama (arena menuda mojada) en la empresa minera La Solución, en Hampaturi, La Paz. A pesar de sus expectativas, los rescatistas albergan muy pocas esperanzas de hallarlo con vida.

Y es que desde el día del accidente, ocurrido el viernes a las 23:15, transcurrieron más de 72 horas. El trabajo es duro, hasta anoche la extracción del material era manual pero llegó equipo que fue habilitado esta madrugada y que se prevé acelerará el proceso de extracción.

Con cánticos y oraciones, los familiares de Mamani realizaron ayer una vigilia en la bocamina. Ellos son evangélicos y dicen que desde hace un año Dios les bendijo con abundante producción de zinc, plomo y plata. El regocijo fue mayor porque hace algunos días Saur fue ascendido a perforista.

“Ya no se qué más decir, lo único que ahora espero es que mi esposo esté vivo porque más adelante no sé que pasará”, manifestó Rosa Valencia, quien carga a su nena de año y medio.

Ayer llegaron a la zona tres cisternas, dos volquetas, una pala mecánica y un carrito eléctrico. Todos esos equipos fueron llevados para acelerar el trabajo de extracción de la lama.

Se prevé que en las próximas horas los equipos de rescate llegarán hasta el lugar donde se presume está Saur.

Personal de la Unidad de Bomberos, de la Alcaldía y mineros trabajan en turnos.

Mercedes Huanca, tía de Rosa, dijo que la ayuda llegó tarde. “Hemos orado para que todo salga bien, hay gente que ya teme lo peor pero nosotros somos optimistas y por eso hemos pedido (a Dios) que lo envuelva en su manto. Estamos seguros que vive, de lo contrario ¿qué va ser de su esposa y sus tres hijos?”.

Mientras el suegro, familiares y amigos rezan, el segundo grupo de mineros que avanza cerca de 250 metros retirando la lama salió después de casi tres horas para comer un sandwichs y tomar un café caliente que el Gobierno y la Alcaldía llevaron hasta la zona de desastre. “Estamos muy cerca, hemos avanzado harto y sólo falta entre diez a 15 metros para llegar hasta el lugar”, dijo otro de sus compañeros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario