lunes, 11 de junio de 2012

Conflictos ponen a la minería en vilo

Los casos que han alterado las actividades mineras en dos frentes distantes, pero que tienen alguna relación de concepto y hasta cierta similitud en sus planteamientos, se confrontan abiertamente con empresas externas que en la actualidad y con cierta forma de contrato están relacionadas con la Comibol y el desarrollo de producción minera.

Uno de los problemas, el de Mallku Khota en el norte de Potosí que estaba en cierto modo congelado y ante expectativa de comunarios, se activa a raíz de un informe que surge en la empresa South American Silver, (SAS) que realiza trabajos de prospección en esa zona minera potosina y que menciona como realmente importantes las reservas de ese yacimiento, que inclusive serían de mayor volumen y valor que las que tiene San Cristóbal.

El informe de la SAS añade además que se trata de un yacimiento múltiple del que se podrían extraer minerales como plata, indio y galio que puede tratarse de la reserva más grande del mundo, aclarando empero que la mina en sí tiene muy baja concentración de minerales y su explotación, en el grado más óptimo para lograr beneficios, obligará a grandes inversiones, además de una necesaria transferencia de tecnología.

Si se observa cronológicamente el hecho los reportes, a principios de mes se registraron algunos hechos irregulares como la captura de dos policías en calidad de rehenes pidiendo ya el retiro de la Compañía Minera Mallku Khota (CMMK), aspecto que se solucionó en base a un acuerdo en el que intervino el ministro de minería. A mediados de mismo mes de mayo y poco después de conocerse una publicación, con el informe de la SAS sobre el potencial de los yacimientos mineros, se activa la posición de los comunarios de dos ayllus de un total de 46 ubicados en la zona, los que piden el retiro de la CMMK, mientras que los comunarios de 44 ayllus apoyan la actividad de la minera externa lo que origina un enfrentamiento entre comunarios que obliga a las autoridades a intervenir en el problema sin encontrar una solución final al caso, pues de por medio se registro una marcha de mineros hacia La Paz. Mientras tanto la Minera Mallku Khota, subsidiaria de la canadiense SAS, paralizó actividades esperando soluciones al problema. Los que rechazan el proyecto minero, una minoría de comunarios, proponen que el Gobierno se haga cargo de esa explotación minera.

Como es natural en estos trajines y en busca de no enemistarse con una mayoría de comunarios que defienden la actividad minera, pero tampoco recibir presiones de una minoría que desea conformar una cooperativa con fines más sectoriales que un proyecto ampliamente abierto para beneficio comunitario a propósito algún funcionario, ya se anticipó en insinuar que "la Comibol podría encarar el proyecto minero de Mallku Khota".

En este caso concreto, pese a la diferencia existente entre quienes apoyan el emprendimiento minero de Mallku Khota que se ejecuta en una concesión minera que entregó el Gobierno, no se ha dispuesto una solución precisa, oportuna y justa ya que el rechazo de un mínimo porcentaje de comunarios estaría poniendo en riesgo la seriedad oficial, la magnitud del proyecto, el avance de trabajos realizados (prospección) y el futuro de una nueva operación que reditúe beneficios no sólo a dos ayllus, sino a todo el entorno de las 46 comunidades pero además al departamento a través de impuestos y regalías, sostenimiento de centenares de empleos y el efecto multiplicador de un proyecto que de ser suspendido dejará a la región en la actual condición de un desarrollo mínimo y de poca trascendencia, justamente por falta de recursos económicos limitados por las restricciones propias de la agronomía y ganadería que los comunarios desarrollan con muchas restricciones en sus ayllus.

Esta situación es sumamente importante en las determinaciones que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades, evaluando por cierto las condiciones que signifiquen beneficios colectivos sin exclusiones y que permitan avizorar una serie de cambios dentro el esquema de vivir mejor, con dignidad y sobre todo en armonía. La posición gubernamental no puede ser otra que convencer a pocos comunarios de las ventajas que genera la minería si la misma es desarrollada con tecnología moderna y con pleno respeto a la Ley del Medio Ambiente para permitir que además en perfecta unidad puedan cumplirse tareas agroganaderas y también los proyectos mineros.

En este caso en particular está en juego el prestigio y la imagen del país, especialmente lo que corresponde a seguridad jurídica y garantías para las inversiones y los futuros prospectos mineros que deseen aportar capitales y transferir tecnología de punta.

No es misión imposible, al contrario es responsabilidad perentoria de nuestras autoridades resolver este problema en el margen de la legalidad y equidad que corresponde a una situación irregular vigente que al salir de control puede complicar un megaproyecto de alta rentabilidad.

Hay otro caso, el de la Mina Colquiri, tiene que ver con mineros asalariados y cooperativistas, es el otro caso de este periodo de conflictividad que altera las actividades de la minería en general y del cual nos ocuparemos en nuestra página interior.

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