Según el Gobierno, la reversión del contrato de arrendamiento con Sinchi Wayra por la mina Colquiri, pese a la indemnización que se deberá realizar, con el tiempo significará mayores ingresos a favor del Estado.
El ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, aseveró que “en el tiempo es mucho más conveniente este acuerdo para el país, es mucho más conveniente económicamente; no miremos el primer año, sino el futuro de los muchísimos años de vida que tiene el yacimiento”.
Alegó que si se observan los resultados a mediano y largo plazo, el acuerdo de reversión de ese yacimiento “en realidad es muy conveniente para el país”.
El Gobierno pretende invertir 56 millones de dólares por los próximos cinco años, un monto tomado “del plan que tenía Sinchi Wayra para esta nueva etapa; estamos recogiendo esos datos para garantizar el funcionamiento de la mina en base a un plan”, precisó Virreira.
El convenio para la nacionalización de Colquiri establece seguridad laboral tanto para quienes trabajaban para Sinchi Wayra como para los cooperativistas que deseen pertenecer a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) una vez que ésta se haga cargo de la mina.
Los empleados de la empresa privada eran cerca de 430 y se tienen datos de que más de 450 cooperativistas optarán por engrosar las filas de asalariados.
Un estudio de los sindicalizados prevé que la nueva empresa nacionalizada llegará a contar con 1.600 trabajadores y aun así será sostenible.
De acuerdo con datos de los trabajadores de Colquiri, los 370 mineros del indicado yacimiento producían lo mismo que los de Huanuni, que tiene casi 5.000 trabajadores.
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